24 de julio de 2011

SEGURIDAD VIAL: LA VELOCIDAD

Siempre se ha dicho, tanto en la televisión o prensa escrita como en la calle, que la velocidad provoca accidentes de tráfico.

En mi humilde opinión, eso es relativo; lo que provoca los accidentes son las distracciones, no mantener la distancia de seguridad, no señalizar correctamente, no mirar por los retrovisores, conducir bajo los efectos del alcohol o las drogas ... y la gran causa: “el EXCESO DE CONFIANZA”, que lleva por ejemplo, a algunos conductores a conducir igual en condiciones climatológicas adversas que en las favorables.

La velocidad en caso de accidente puede agravar las consecuencias.

Me imagino que os habréis preguntado si se puede conducir rápido (más de 120 km/h) y seguro. La respuesta es sí, pero como en España está prohibido, hay que aguantarse y cumplir. Y ahora os explicaré por qué he llegado a esta conclusión y qué es lo que creo que habría que hacer.

Lo más importante es mantener la distancia de seguridad y correr con sentido común y de la responsabilidad.

Correr con sentido común es hacerlo con condiciones climatológicas propicias, es decir, con sol y de día y, por supuesto, sin haber consumido alcohol y drogas. No obstante, tiene que haber poco tráfico y fluido y siempre teniendo en cuenta que, si hay alguien delante que va a menor velocidad, hay que reducir y esperar a que se eche a la derecha y no pegarse a su parachoques, sacarle las luces o poner el intermitente porque con eso lo único que se consigue es picar al de delante, poniendo en peligro a los demás conductores.


Conductas peligrosas:

Muchos conductores tienen la mala costumbre de ir haciendo eses, no sé si será porque van bebidos o están calentando neumáticos.

Otro mal hábito es cambiarse de carril sin poner los intermitentes y en muchos casos sin mirar siquiera por los retrovisores - ¡será que están muy lejos del volante! -, o tomar las curvas por fuera del carril invadiendo el carril de al lado.

Luego están los “prisillas”, que por no esperar “dos segundos”, se saltan líneas continuas, raquetas, cedas al paso y stops y además se pegan al de delante, no guardando la distancia de seguridad.

Las malas conductas al volante que están en auge son: hablar por el móvil, configurar el gps o incluso fumar, cosas que se pueden hacer antes de arrancar o en un área de servicio.

Y la que se lleva la palma es conducir bajo los efectos del alcohol o las drogas.


Conclusión:


Por todos los motivos descritos en este artículo creo firmemente que evitando las conductas peligrosas y conduciendo con sentido común y responsabilidad, los accidentes de tráfico se reducirían en más de un 90% y que la velocidad no es la culpable de provocar accidentes porque, por ejemplo, en las autopistas alemanas no hay límites de velocidad y el número de fallecidos es similar al de España teniendo casi el doble de población y de vehículos.


Siguiendo mis consejos se podría conducir rápido y seguro, pero desgraciadamente mucha gente carece de sentido común y de responsabilidad cuando se pone al volante.

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